miércoles, 13 de julio de 2016

El día que Güeli fue registradora del Registro de la Propiedad

Con la mejor ayudante. Espero que de verdad haya entendido lo que estoy buscando.

M: Como no aparece la persona en el sistema electrónico, ni tenemos más información, vamos a tener que buscarlo en los índices de personas.
Güeli: ¿Eso toma mucho?
M: No sé. ¿Por qué?
Güeli: Porque yo tengo hambre, mija.
M: Tengo que hacer esto, y tú me vas a ayudar para avanzar.
Güeli: Ok
Seguimos al empleado que nos va a llevar a los tomos viejos del Registro de la Propiedad. El nos explica unas cosas y, por supuesto, ella ni atendió, ni entendió. Nos entregan unos libros.
Güeli: ¿Qué es lo que tengo que hacer?
M: Buscar en la Sección C tal apellido. Cada vez que lo veas me avisas para revisarlo.
Güeli: Ok

Me pongo a scannear los apellidos de la sección C de varios libros. Cuando termino me dio cuenta de que ella no me ha avisado ni una sola vez. Me levanto y miro a mi lado. Güeli va buscando el apellido con C en la sección F o G. Analizo mis opciones: Primero, decirle que está mal y que dónde único había que buscar era en la C. Esta opción tendría consecuencias nefastas. Ella se desconectaría de la misión y recordaría que tenía hambre y que se quería ir (She is just like a child). Segundo, dejarla leer nombre por nombre, página por página inútilmente. Me decante por la segunda.

Cojo los libros. El empleado al verme con ellos me ofrece ayuda para llevarlos y buscar otros. Se da cuenta de lo que está haciendo Güeli y va donde ella con la intención de señalarle la verdad. En ese momento me invente todo un lenguaje de señas desesperado, para que se diera cuenta de que yo quería que la dejara así. Seguimos con los libros.
Bendito, de vez en cuando la escuchaba leer: De tal Fulano. De tal, Perencejo; lentamente uno a uno, en un libro que tiene entre 300 a 400 páginas.

En el tiempo que estuvimos:
Yo: scannie la sección C de  9 tomos
Güeli: Al parecer leyó página por página, sección por sección, más de mil nombres completos de un solo tomo (que luego verifique). Lo curioso es que nunca me avisó de ver el apellido escrito en algún lugar; cosa que era imposible que no estuviera.
Algo me dice que ella ni siquiera recordaba el apellido que le dije. Aun así, sea lo que sea, ella sabía que buscaba algo en los nombre. Pero qué buscaba, estoy segura de que no tenía la más mínima idea.

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