lunes, 31 de octubre de 2011

El Halloween en que Elphaba volvío a morir bajo la lluvia. Que hacer y que no hacer al maquillarse de Elphaba.


(La muerte de la bruja mala del oeste según expresa G. Maguirre)


Un fragmento de paja de la escoba salió revoloteando y el prendió fuego a la falda, y hubo una carrera de llamas en su regazo, devorando la yesca más seca de todo Vinkus.
- ¿Terminará alguna vez esta pesadilla?- gritó Dorothy, mientras levantaba un cubo de los que se usaban para recoger el agua de lluvia, que el repentino destello de llamas había iluminado-. ¡Yo la salvaré!- exclamó, y le arrojó el agua a la Bruja.

Un instante de dolor antes del entumecimiento. El mundo se resumía en inundaciones por arriba y fuego por abajo. Si existía alma, su alma había apostado por una especie de bautismo. ¿Había ganado?

El cuerpo pide disculpas al alma por sus errores y el alma pide perdón al cuerpo por ocuparlo sin haber sido invitada….
                                       

                                      Fragmento de Wicked: Memorias de una bruja mala
                                                  Por: Gregory Maguirre



Gregory Maguirre revivió el espíritu de la Malvada bruja del Oeste ( Wicked Witch of the West). El libro Wicked cuenta su trágica y patética historia, en la que los que parecían  buenos resultan ser los malos y lo que parecen malos, tenían una justificación para actuar así, todo alrededor de la verde y muy despreciada Elphaba.

La verde, te quiero verde, Elphaba, no era tan fea como terminó. Resulta que bajo el estigma verde que cubría toda su piel, aguardaban a ser descubiertas unas hermosas facciones y un hermoso corazón apasionado por las causas perdidas.  Solo Figero pudo descubrir la joya que era Fabe, Elphie, Elphaba, y poco duró su prohibido idilio.

Para los aspectos que conciernen este escrito vamos directo a que Elphaba no se bañaba.( sonido de un disco deteniéndose en seco) Si, Elphaba no se bañaba pues había desarrollado una alergia al agua. Cada vez que a su aguacatada piel rozaba una gota de agua, sus poros escocían profiriéndole un agudo dolor. Yo me pregunto:  WTF? ¡¿Cómo que esta mujer no se bañó nunca, y solo se limpiaba la piel con aceite?!

Pues si, eso era si. Yo viví en carne propia el por qué de su aversión al agua. SI, en carne propia.

Erase una vez, una chica que terminó el libro Wicked y quedó fascinada con Elphaba y enamorada de Figero con to’ y sus rombos azules tatuados en el pecho. Cerró el libro y dedicó el típico minuto de silencio que dedica a la muerte de una historia, y en este caso específicamente a Elphaba.

Hay que hacer un homenaje a tan gallarda bruja, pensó. En eso recibió un mensaje de texto de una amiga invitándola a una casa embrujada para celebrar Halloween.  En ese momento todo quedó claro, había que disfrazarse de Elphaba, en tres, si, tres días.

Recurso número uno: You Tube

Entré a You tube y pusé Maquillaje Elphaba. Parece que aun en Halloween las mujeres quieren mantener cierto grado de coquetería, pues no había casi “tutorials” del maquillaje de Elphaba paso a paso ( a mi lo que me gusta es no encontrarme a mi misma en el espejo por lo menos por tres horas ). Solo encontré tres. Y vaya, menuda lista de productos solo para ponerte verde un día. No había presupuesto para tanto. Bueno, desde mi punto de vista lo había, era Halloween, o sea H-A-L-L-O-W-E-E-N, la única oportunidad al año de ser otra persona o cosa ( digo cosa por que mi amiga quiso vestirse de Hello Kitty, yes…Hello Kitty) tenía que haberlo.

Según mi calculadora la ecuación da a lo siguiente:

Halloween + Disfraz+ Más fotos locas con tus amigas= gastate todo lo necesario para lograrlo

Según la calculadora de mi marido:

Halloween + tener que gastar dinero para maquillaje + tener que gastar dinero para disfraz “cool”+ soportar a Melissa caminando por la calle muy orgullosa de verse ridícula +  2 taquilla para la casa embrujada + más las misas sueltas=  Melissa, mira ver que haces con 30 dólares y cuidado si $20 por que esto es cosa de una sola noche.

Recurso número dos: Ebay

Bueno, tratando de no hacerle enfadar me fui a Ebay (y que tres días antes ) y compré un disfraz de bruja. Le escribí a la casa de disfraces que lo enviaran lo antes posible porque era miércoles y lo necesitaba para el sábado. Ja! Como si fueran a decir: “A bueno, como es tan importante para ti vestirte del Elphaba el sábado, vamos corriendo al correo a enviar el disfraz” Como se imaginarán el disfraz no llegó a tiempo.  A comprar un sombrero tecato y una capa de tres dólares.

Recurso número tres: todas las tiendas que tienen descuentos días antes de Halloween entre la calle 86 y la 97.

Para ir resumiendo me eché la tarde yendo a todas las farmacias y tiendas de disfraces entre la 86  y la 97 buscando los precios más bajos que encontrara. Porque ni se crean que con 30 dólares me iba a dar, $40.00 costó el disfraz  (que me propongo   a devolver pq ya no tiene ningún sentido que llegara )- AAAAH que consté. el dinero salió de mi bolsillo, pero esta chorrada de la Sociedad Legal de Gananciales y los rollos patateros de que todo es de todos en una mitad teórica que bla bla bla, me tiene fría la cartera especialmente en gastos que a los ojos de mi marido son injustificados.

Para que entiendan, yo saqué cuentas de todo lo que necesitaba para el maquillaje. En maquillaje nada más eran más de 60 dólares.  Yo reduje eso a lo estrictamente necesario y lo saque con menos de $15.00, o eso me creía. Prescindí de la pintura verde de MAC, un polvo que se pone antes de la pintura y el polvo sellador (COMO SE ME OCURRE PRECINDIR DEL POLVO CELLADOR) y el lipstick verde. En eso, supuestamente reduje mis gastos a 15.

Una pintura verde de $4.00, una escarcha de $2.00, unas pestañas postizas de $4.00, un pintauñas verde (que jamás usé) de $2.00 y una sombra violeta de .99- no encuentro el sigo no de centavo, pensandolo bien jamás lo he usado ( mi paleta de colores es muy básica). Lo demás lo resolvería como fuere. ¡Ay, yo siempre creyéndome tan lista!


El asunto fue que la madre naturaleza se encargó de que tuviemos un día memorable. Cuando digo memorable lo digo en serio, justo para no olvidar. ¡Un 29 de octubre con nieve y lluvia hasta el día siguiente, gracias! Ernesto uso todos los argumentos a su alcance para no salir pero a mi nadie me detenía de vestirme.

Recurso número tres una mano poderosa

Comencé a arreglarme a eso de las 6:00pm. Me puse la base y hasta allí todo perfecto. Abrí el pote de pintura y comencé a ponérmela con esponja. Le di una mano, la segunda, la tercera, la cuarta, a la quinta… Ernesto comenzó a ponerse nervioso por que comenzó a notar que la bruja mala del oeste comenzaba a emerger de sus cenizas como el ave fénix dentro de mí. Mi cara no estaba tomando el color, solo dejaba una estela verdusca que parecía como la cara que ponen los muñequitos cuando tienen nauseas. Mis miradas de “tu tienes la culpa por que no me dejaste comprar algo mejor” comenzaron salir calientes como el agua que las abuelitas ponían a hervir cuando se iba a la luz. Ernesto, nervioso decidió ayudar.

“perate Reinita ( si, si para hacerme bajar la guardia), esto lo arreglo yo. Con su dedo, un dedo de una mano de una persona que mide 6’3,  prácticamente se llevó la  pasta de pintura como si fuera margarina y la repartió a empujones por toda la piel. La verdad es que quedo verde, pero sentía la piel maltratada por los empujonzazos,  y lo peor de todo me ardía la piel (como sarna con gusto no duele, estaba dispuesta soportarlo toda la noche).

La cosa es que cuando me miro al espejo, el verde era un verde opaco. Ese verde no era el verde que necesitaba. Desde ese momento odio el Photoshop. Algún maldito artista gráfico había estado dispuesto a engañar a todos nosotros, los ilusos compradores de Halloween, mostrando una imagen brillante y atractiva, que nada tenía que ver con como quedaba el color cuando lo usabas en casa, a cambio de su salario. 

Foto: Este era el tono de verde que dejaba el producto, nada que ver con la foto de la promoción. ¡Que espanto!

Por poco lloro, bueno se me aguaron los ojos, esto no es lo que yo quería. En medio de mi frustración y mi cólera. Tomé la pintura, cogí la escarcha, tomé una sombra de otro color, las raspé, las dejé caer en el tinte y las mezclé. Aunque no era lo que quería, mi rostro quedó con un tono verde menos de podrido a más,  digamos, lúgubre. No era perfecto pero pues…

Foto: El verde que logré luego. No es perfecto pero por lo menos es mejor.

Luego maquillarme los ojos. Aquí es que esta el arte de Elphaba. Elphaba era verde, pero bonita. Había que destacar sus ojos y los pómulos. Por más que traté de pintarme los ojos, cada vez que intentaba poner un poco de sombra con la brocha me llevaba el verde. Solución, use el dedo para distribuirlo torpemente a leves y rápidos toques por el parpado. Como se imaginarán no quedó  como lo imaginé, pero las pestañas postizas ayudaron a mejorarlo. 

Foto: imposible maquillarse pq la pintura no se quedaba en la piel por falta del polvo stay effect waterproof

Yo casi no sudo la cara, pensé que no tendría problemas con ello, hasta que descubrí que aunque no se note la cara suda.  Todas las veces que intenté dejar parejo el verde, en menos de un minuto comenzaba a notar que de a poco se difuminaba el color en algunas zonas. Pensé que era culpa de la calefacción y dije bueno, la pongo bien y nos vamos corriendo para The Village a encontrarnos con las muchachas en la casa embrujada, así no se corre el maquillaje. 



Foto: No sé si se nota ya que el tamaño de la foto es pequeño, pero comenzaba a  desnivelarse el color


Luego de casi tres horas de una tortuosa jornada de maquillaje de seudo teatro de carnaval de pueblo salimos de casa. La nieve y la lluvia caían sin piedad y usé la sombrilla para cubrirme el rostro.-No me puedo mojar, no me puedo mojar- que vino el viento levantó la sombrilla y mi rostro quedó al descubierto. En menos de unos segundos, la pintura se desparramó haciendo desagradables manchones y destruyendo la Elphaba en mí, por lo menos para el Halloween 2011. Una vez más la desdichada Elphaba muere a manos del agua.


Foto: Ultima vez que Elphaba fue vista en mi casa, poco antes de morir en la lluvia.



Asi después de tanto nadar, Elphaba murió en la orilla. Al final, me fui vestida de mi. No hubo más remedio. Nos fuimos a la casa embrujada sin nada especial, y con todo el mundo vestido de Halloween en medio de la lluvia. 


Aunque, no me puedo quejar. Esperando a que Ernesto comprara su boleto de metro un chico, probablemente unos 5 o 6 años más joven que yo –y eso es triste,por que los años pasan y no en vano- se me acercó con la excusa de preguntarme de que estaba disfrazada. Aunque vivo en NYC, estoy acostumbrada a hablar en español y cuando se me acerca alguien a hablarme inglés tengo que hacer un "switch" que no suele ser muy rápido -Juat? 

Lo único que recuerdo es ver esta imagen blanca resplandeciente con dos puntos azules preguntarme de estaba disfrazada. Cuando finalmente capté que me preguntaba por un disfraz y que yo no estaba disfrazada  me sentí ofendida. Sentí ganas de pegarle con la cartera( y mira que un golpe con mi cartera deber ser peor que los de Susa, la mía suele ser más grande y lleva libros dentro).  ¡Que atrevido! ¡Yo no estoy disfrazada de nada, anormal!- pensé. Pero cuando noté que la conversación seguía siendo empujada me di cuenta de las verdaderas intenciones. Especialmente cuando Ernesto llegó y se me paró al lado y le sonrió. Pobre chico, lo único que hizo fue darle unas palmas en el hombro a Ernesto y se fue con el rabo entre las patas. ¡!Viste, nene, que no se te olvide con quien andas!! que esta chica, aunque gordita..ja! (jijijiji)


Colorín colorado, el cuento de la niña que quiso disfrazarse de su ultimo personaje favorito se ha acabado.

Moraleja,

aunque tu marido ponga el grito en el cielo, si quieres maquillarte bien para Halloween tienes que ignorarlo.



Para hacer un buen maquillaje de Elphaba (el que haré el año que viene se necesita)

Nota:
A Elphaba no le gustaba maquillarse. Ella era muy recatada y tenía mucha conciencia de la apariencia de su piel. Eso limita un poco el maquillaje ya que no te puedes poner a hacer maquillajes creativos pues dejaría de ser Elphaba para ser simplemente una bruja de piel verde.


1. El disfraz de Elphaba, hay uno que venden en Ebay que es una copia del que se usó en la película de el Mago de Oz, ese para mi sería el más apropiado
2. Base
3. No hay que gastar en un verde de MAC. Ve a tiendas de teatro y compra la pintura de la cara color verde; mejor si sale con agua, así no sufrirás luego como yo.  
4. Polvo para retener efectos, por favor WATERPROOF
5.brochas baratas ya que luego puede que no las puedas usar
6.una sombra violeta
7. sombra negra
8. eyeliner negro liquido
9. lápiz labial verde, o simplemente usa escarcha
10. un pintauñas verde.
11. Una peluca de cabello largo negro. 
12. Una escoba de bruja ( las consigues por ebay a $6.00)

lunes, 24 de octubre de 2011

Las Aventuras de Mel: Cara de calabaza


Ya se había decidido, íbamos a hacer nuestra propia cara de calabaza de Halloween, con la específica instrucción de que no debía ser una cara fea que me asustara en la noche, sino una cara simpática que invitara a la amistad. Así que el proyecto del día fue:
conseguir la calabaza perfecta.( Las intrucciones de como hacer una cara de calabaza para Halloween están al final)





En el episodio de hoy de las Aventuras de Ernestito y Mel: la  búsqueda de la cara de calabaza.

Para hacer el cuento largo corto, a nuestro alrededor lo que podemos conseguir son mercados orgánicos, donde te cobran en orgánica especie.
-Ernestito, mira que bella.- Había tomado una calabaza de tamaño intermedio, algo pesada pero que podía con su peso en una sola mano.

Las cabalazas amontonadas unas sobre las otras con su exquisito intenso color anaranjado brillaban como guirnaldas invitando a ser compradas en una privilegiada esquina del mercado gourmet orgánico frente a la estación del metro. Por lo menos, a mí, aquellas calabazas me sonreían y sus sonrisas me hicieron efecto.

Ernesto, si, el del otro relato, el marido mío, tiene dos actitudes de desaprobación, la primera darse la vuelta y dejarte con la palabra en la boca aunque te mates gritándole como fritolera  desde el otro extremo de la calle (creanme sigue andando como si con el no fuera). La segunda, pone… no sé, es como… una cara fruncida… como de estreñimiento mental. Si, esa es la palabra, hecha la cabeza para atrás sin mover el cuello, como hacen los bailarines de Bollywood y frunce la nariz.  Pues hoy, al ver la calabaza que le mostré sonrío en una leve aprobación. Aun sonreído bajó la cabeza  vio el costo por libra.
-¿1.79 la lb?- Puso su cara de estreñimiento mental o quizás sería mejor llamarle estreñimiento carteral, o walletal, se dio media vuelta y siguió andando dando por concluida la deliberación. En síntesis, mi barrio no era el indicado para la compra de la calabaza; y les juro que  su brillo mermaba en desilusión según me marchaba (o es me pareció).

Brooklyn queda a una hora de mi barrio. Por alguna razón que no logro comprender aun, El brillante de mi marido entendió que era el lugar indicado para comprar nuestra calabaza. Suele pasar que cuando alguién demuestra tener más éxito académico que tu uno comienza a dar por sentado que sus decisiones en la vida, cosa que nada tiene que ver, suelen ser las más acertadas y las acatamos como correctas sin realmente estar seguro de si está en lo correcto o no. Yo no le vi la lógica de llegar hasta allá para una calabaza, pero si el lo decía era por algo.

  Así que emprendimos el viaje, dos trenes y numerosas paradas. Sujetándonos entre el nido de gente conglomerada en los vagones del metro un sábado a la 13:00.  Es el mejor momento y lugar para entender la expresión “el que se va a Aguadilla pierde su silla”. Puedo dar fe de lo darwuiniano del asunto, sentarse en el metro a esas horas solo lo consigue el más listo, el más colón, o la gorda con el trasero grandote que no le importa nada y busca sentarse en el medio de ti y de alguien que no conoces, dejadote casi estrellado contra los tubos cargando la mitad de su nalga en tu muslo, solo esos consiguen sentarse. Pues yo, siempre corro para conseguir asiento (aunque muchas veces termino parada por cederlo alguna viejita que me recuerde a mi abuela), y viajando comodamente sentada en tren me dio tiempo tiempo para jugar mahjong, jewel y un juego llamado Memory Trainer que nunca entendí, lo que deja un enorme margen  para especular sobre el estado de mi memoria.

El asunto es que después de algunas vueltas en círculo a través de los andenes del metro (porque Ernesto no pide direcciones y no le gusta que yo tampoco las pida) llegamos al Prospect Park, el cual recomiendo a cualquier residente de la ciudad. Después de una larga caminata de dos horas de la que al menos media no sabíamos como salir de allí, llegamos a una calle muy pintoresca llena de negocios y cafés. Habíamos caminado bastante y comer algo no vendría mal antes de continuar con la susodicha búsqueda. Encontramos un negocio llamado Art Fez Café, Prospect Park West. La música era agradable y aprovechamos para comer una picadera y tomar una copa de vino al ritmo de la música de Portishead. La decoración era por demás digamos… artísticamente curiosa y Ernesto se dedicó a señalar las cosas que le compraría a mi padre de regalo   (supongo que en venganza de la carta enviada por El Panadero de Pasteles del Pueblo Pan Pan que había recibido esa mañana).

Ya habíamos descansado demasiado, era hora de ir a buscar la calabaza. Fuimos algunos lugares, pero a Ernesto seguía no gustándole el costo por libra y yo iba perdiendo la paciencia en cada paso del camino de un mercado a otro. Llegué a pensar que el pretendía encontrar un lugar en el que regalaran una calabaza por comprar un refresco. Pero, y gracias infinitamente a Dios, a las 5 de la tarde Ernesto vio el lugar perfecto.

El colmado había puesto en la acera frente a su puerta un sin número de cajas llenas de calabazas de todos los tamaños habidos y por haber. Nada como el mercado que habíamos estado en dónde dispuestas en un lugar privilegiado las calabazas se mostraban relucientes y atractivas.  Yo, ilusamente como siempre, estimé que después de tanto viaje y tanta búsqueda por un precio razonable nos llevaríamos una calabaza del tamaño de un microondas, de esas que crecen a base de bombas químicas ( pq en ese lugar, lo único orgánico, lo que se dice orgánico, era la china que nos vendió la calabaza) y ya estaba yo viendo a ver como haríamos para llevarla a casa.  Probablemente tendríamos que ponerla a rodar cuesta abajo y correr tras ella para alcanzarla antes de que llegara a la avenida, cuando Ernesto me dijo, - ¿Pero tu de que vas? Coje una de estás acá, que esas nadie las puede cargar a menos que la pongas a rodar cuesta abajo.

Vaya, que casualidad, las calabazas que me mostró eran del mismo tamaño que  a las que habíamos visto por casa hace más de 4 horas. Rebusqué entre las calabazas, algunas aboyadas en alguna esquina, otras con una costra pegada a la piel que no sabría si saldría al limpiarla, otras genéricas, y ninguna de ellas brillaba parpadeando y diciendo mi nombre para que la comprara. Pensaba haber perdido el tiempo y ya no tenía ganas de participar del proyecto de la calabaza hasta que  la vi allí, la calabaza más hermosa del mundo, mediana, menuda, anaranjada como ninguna y lo mejor de todo con un peculiar tallo rizado en la cabeza, como el rizo del bebé la película Roger Rabit, corto, pequeño con un “loop” perfecto y gracioso. Era como el bebé Gerber en calabaza y era mi calabaza.  Después de todo, el viaje no había sido en vano, la calabaza más hermosa estaba en nuestras manos. Lo mejor de todo nos ahorramos la considerable cantidad de $2.00, mucho menos de lo que nos costó llegar hasta Brooklyn.


Nuevamente, nos equivocamos de parada y llegamos a Little Italy. Nos bajamos un rato a disfrutar de las calles y los cafés y el bullicio, en compañía de la nuestra amiga la perfecta calabaza que disfrutó la velada siendo carga por las pintorescas callecitas en busca de un canolli que al final no me dejaron comprar. Supongo que debíamos de vernos muy cómicos cargando con ella en una de las zonas de “hangeo” más concurridas de la ciudad.

Hasta aquí la historia de su búsqueda. Ahora, a lo que importa realmente:

CURSO INTENSIVO DE CÓMO HACER UNA SIMPATICA CARA DE CALABAZA
Por Ernestito y Mel:


Se necesita:
Una calabaza
Un cuchillo afilado
Un magic marker “washable”
Una libreta
Un lápiz
Agua
Paño
Una vela aromática

1. Como vimos antes, el primer paso es buscar la calabaza perfecta. Perfecta, significa que sientas que es tuya desde que la ves por primera vez, o es amor a primera vista o no es la calabaza para ti. Recuerda que la tendrás todos los días iluminada hasta que llegue el 31 de diciembre cuando la pongas afuera como señal para los niños de que tras de esa puerta hay dulces que buscar.

2. Hay que lavarla bien y secarla. No se debe comenzar a trabarla antes de limpiarla ya que puede dañar los dibujos.

3. Busca lápiz y papel. Antes de dibujar la cara en la corteza debes diseñarla. Depende de lo que desees conseguir. Si quieres, como nosotros, una cara simpática tienes que buscar que los ojos sean alegres, pero en especial la boca. Debe tener  dientes arriba y abajo. Nosotros cometimos el error de no hacer dientes abajo y esto causa un efecto extraño en la boca. Primero, pq da la sensación de hueco, más que de sonrisa. Segundo, la vela se verá claramente dentro de la boca, y eso corta la magia. Puede ser que noten el error en las fotos que hemos puesto. 

4. Hay que dibujar un círculo en la parte superior, debe ser lo suficientemente ancho como para que la mano quepa cómoda.  Con el cuchillo se abre un hueco siguiendo la línea. El hueco debe ser abierto  en una posición de 45 grados. Solo así se consigue formar una tapa para parte superior. Sugerencia, has unas marcas que señalen que partes tienen que conectar, para que cuando le pongas la tapa quede perfectamente unido.

4. Al abrirla hay que asegurarse de sacar toda la pulpa. Sería bueno raspar bastante las paredes interiores hasta asegurarse de que no queda nada. No se quiere  que comience a expedir un olor desagradable antes de la noche de brujas. Es conveniente echarle agua y limpiarla por dentro de ese modo eliminara cualquier molestoso sobrante.

5. Con un magic marker “washable” recrea el rostro en la calabaza. Si no se es diestro se debe tratar de hacer  facciones amplias, son más fáciles de cortar y perfeccionar. Una sonrisa de lado es una solución sencilla para lograr una cara simpática,.

4. Corta con mucho cuidado siguiendo la línea marcada en el rostro. Es importante recordar que el margen de error que se puede permitir es muy limitado, y puede dañar el rostro de la calabaza. 

5. Al terminar hay que limpiar con un paño las marcas sobrantes del magic marker.











¡Listo, se ha traído a la vida  la calabaza típica de las fiestas del día de brujas! Ahora solo falta poner una pequeña lámpara de baterías o una vela aromática.






viernes, 7 de octubre de 2011

Las Aventuras de Mel en "The Big Apple": "In Bargains we trust"

Vivimos en una sociedad que más que capitalista, es consumerista. Eso es un dato, no una opinión. Yo viví en Wien, y la velocidad en que se gestionan los tratos de compra y ventan no se asemejan a la rapidez con la que en los Estados Unidos aceptamos la transacción sin preguntas, sin pensar, en un acto de total hipnosis comercial. Pues bien, hoy les tengo mi trágica experiencia con estos tratos de compra por promoción hipnótica.

Ernesto Borrero, mi esposo hasta el sol de hoy y no sé si hasta mañana, y yo habíamos acordado que antes de recoger a nuestro querido amigo Oscar en Penn Station, hoy a las 8:30 pm, iríamos a Target a comprar una nueva cortina de baño y un “set” de vasos de cristal. Bueno, les explicaré mejor el contexto, para que entiendan porqué tenía que ir con él y no sola.

En un lugar como Manhanttan no se puede tener un auto, no es lógico, así que todo se hace a pie o en transporte público. Las tiendas por departamento se encuentran fuera del centro, lo que significa que tienes que hacer un largo recorrido para poder tener acceso a ellas. En mi caso, si yo quiero ir a “Target” desde dónde yo vivo tengo que ir con un escudo y una espada recorriendo la densa selva conocida como EL BARRIO.

El Barrio es uno de esos pintorescos lugares en dónde los estereotipos mostrados en las películas “holliwoodenses” que tanto critico por dar mala promoción sobre la imagen de mi país (que no es un país, es… es… no sé lo que es) se cumplen y son innegables. Calles sucias, transacciones extrañas, gente muy… interesante, piropos degradantes sin sentido, “spanglish”, negocios de frituras en la esquina de la avenida, cadenas de oro con medallones del tamaño de celular, banderas de Puerto Rico, salsa y merengue que se escucha desde que cruzas la avenida en el otro bloque, bombas de agua desperdiciando su contenido, etcétera, etcétera, etcétera. Todo es verdad. Pues bien, no me importa lo que piensen o digan, pero yo no me siento a gusto caminando por esas calles y para mi aquello no se parece a Puerto Rico en nada; y no me lo discutan por qué de mis 29 años 26 los viví allí así que se lo que es y lo que no es Puerto Rico. Para mi El Barrio es un lugar peligroso que solo cruzo para ir a centro comercial, con mi marido, a las 12 del medio día y si no mejor no compro. Habiendo dado este “background” comienzo el relato de mis peripecias.

A las doce del medio día el Sr. Ernesto Borrero, casado, y posiblemente viudo en algunas horas, me llamó a mí, a mi casa, para contarme lo estresado que se encontraba por la falta de computadoras para correr unas simulaciones que necesitaba correr para dar unos resultados hoy. Yo, Melissa Bird-Collado, hasta ahora viva y casada con el antes mencionado señor, quise dármelas de la esposa abnegada y considerada que se sacrificaba con tal de no molestar a su esposo y dije: “No te preocupes Mi Vidita, yo  iré a Target sola y compro lo que falta”- ¿Estás segura? – dijo con una voz dudosa  -Si, no te preocupes, ocúpate de lo tuyo.

Habiendo dicho esto, me lacé por esos mundos de Dios Manhattanienses. Me monté en la “6”, si como la JLO. Cuando llegué, atravesé los tres bloques, con sus tres avenidas, en los famosos terrenos conocidos como El Barrio. Soporté los entupidos piropos que dicen por el solo hecho de verte incomoda, porque por nada más.  O sea, yo estoy segura que es solo por eso, pq vamos a ver, te gritan “Vaya Mami que buena estas.”  ¿Qué buena estás, mmmm meditemos sobre ello.  Hoy en día el estándar para estar “buena” es estar apunto de morir de inanición. Teniendo eso en cuenta y también considerando que yo parezco que podría haber sobrevivido los siete años de vacas flacas en Egipto sin probar bocado, definitivamente buena, lo que se dice buena, no, no lo estoy. Entonces, ¡!!!para que me dicen algo que yo estoy segura que ellos no piensan!!!!! Conclusión, lo hacen por j%#%^.

La cosa es que paso entre los mercados, la gente gritándose por teléfono discutiendo con no sé quien ( y que a mi no me importa), entre las bombas de agua abiertas y todas esas cosas hasta llegar al centro comercial. Una vez allí, miren,  el águila se me metió por dentro e hipnóticamente comencé a repetir el mantra “In BARGAINS we trust”.

En vez, de ir a Target, subí los cuatro pisos y fui a la sección de “HOME” en Marshall’s. OMG, un mogollón de cosas nuevas, bonitas y baratas. La verdad es que no sé cómo, pero salí de allí con tres bolsas. Luego, ya que estamos, fui a Costco… y no creo que haya que entrar en mucho detalles.

Finalmente, llegué a Target, allí en vez de hacer lo que tenía que hacer, que era ir a la sección de baño, coger las cortinas e irme, me fui por toda la sección de Electrónicos y Hogar. No voy a hablar de cuanto compré, el asunto fue que no me di cuenta hasta que el espíritu de águila salió de mi cuerpo y sumé lo que había pagado entre todo. Comencé a sudar frío. Y ahora, ¿qué hago? Pensaba mientras salía en dirección al Barrio. Miré el reloj, era increíble.., vaya, los desastres que uno puede hacer en menos de una hora y media.

Normalmente habría pedido un taxi para que me llevara a casa con los paquetes pero… no me atreví. No sabía como justificar la cantidad que había gastado como para completarlo con el costo del taxi. Así que me lacé a caminar por EL BARRIO con todos mis paquetes sintiéndome doña Florinda. De más esta decir que volvieron a gritar estupideces. Yo hubiese preferido que me dijeran que me ayudaban a cargar los paquetes hasta el tren, pero no. Eso quizás hubiese pasado cuando tenía 20 años y 40 libras menos (alguna vez pasó que choqué un carro por detrás y solo el hecho de que los muchachos me vieron echarme a llorar, se les hablando el corazón, me consolaron y me dijeron- No te preocupes yo lo arreglo” y se quedaron conmigo hasta que me tranquilicé. ¿Por qué no podía pasar que apareciera un alma caritativa y filántropa me ayudase a cargar mis compras hasta la parada?). Pero no, ahora es, ¡Vamos gordita que yo voy a ti!

Bueno, por el camino, mientras paraba en cada esquina para descansar los brazos y permitir que la sangre corriera por la punta de mis dedos morados, pensaba en toda clase de excusas para explicar aquel gastisidio, pero no había ninguna lo suficientemente razonable. En ese momento extrañé a Celia, pues en una ocasión juntas planificamos la mentira perfecta que explicaba por qué su  Ipod se cayó y se frisó  (te lo juro Ernesto el Ipod cogió vida y salió volando. Y…y…y… Celia esta aquí de testigo, ¿verdad Celia?). Mi único consuelo era que el Sr. Ernesto Borrero hubiese conseguido arreglar su situación y ahora estuviese contento, pero a veces la vida se te ríe en la cara….

Al llegar traté de probar suerte. Mí, hasta ahora, esposo frente a Dios y la ley ya no estaba irritado, estaba furioso por no sé qué. Me pasó por la mente comprarle un chocolate para tranquilizarlo, pero eso solo funciona conmigo. Luego me resigné a pensar: “Está tan molesto, que por lo pronto, seguro, que no mirará el estado de cuenta. Lo qué me da tiempo para escribir mi testamento”.

Ahora, me encuentro aquí, en la oscuridad de mi casa. Escribiendo mi confesión “mortis causa”, para que cuando en El Nuevo Día lean ( Digo, si es que sobra espacio luego de poner todas esas chorradas de Zuleika y Barea que a nadie le importa) “cabeza de mujer aparentemente puertorriqueña encontrada flotando en las corrientes del Río Hudson” sepan que debe ser la mía y que yo soy la víctima.