Cuando, camino de mi aposento, pasaba bajo los predestinados salones de la Torre de Comares, recordé un texto que solía emocionarme en los días de mi infancia:
“El destino se sienta en la triste y oscura almena,
y al abrirse la puerta para recibirme,
una voz en ecos sombríos a través de los patios,
va diciendo una hazaña sin nombre...”
-en Cuentos de la Alhambra de W. Irving.
viernes, 2 de septiembre de 2016
The Road goes ever on and on Down from the door where it began. Now far ahead the Road has gone, And I must follow, if I can, Pursuing it with eager feet, Until it joins some larger way, Where many paths and errands meet.
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